Tuesday, February 14, 2012

BUSQUEDA



Dedicado a J.V.T.


Como sombra decadente en un pálido sol de verano
miraba desde las entrañas de la tumba abandonada.

Se creía que aquella gárgola era un ángel,
pues la tenue luz todo lo confundía.

Fue así como aquel resplandor se incrustó en un recuerdo
y no logró salir.
Era una espina clavada en un alma descompuesta.

Como fantasma errante logró salir
y cabalgó mil años buscando ese corazón robado.

Entre las grietas de otro sepulcro la encontró.
con flores en su cabello y un vestido robado.

Eran dos espíritus malgastados
unidos por una difusa promesa.

Solo dormir juntos mil años
entre los huesos rotos de una vida imaginada.

Ese día se combinaron como sombras
en una ilusión de pasión

viviendo el amor que nadie nunca entendió.


Monday, February 13, 2012

CARTA DESDE EL HOSPITAL



Amigo mío:

Todo surgió así: llegué sangrando de urgencia al hospital, era de madrugada, mis piernas temblaban solo del temor de pensar que algo tan bello terminaría desgarrando todo nuestro ser. Pasaron dos horas y lograron estabilizar la situación. Me derivaron a la cama 45. Cuando mi cuerpo cansado se desconectaba, los llantos desde el pasillo rompieron el silencio. Las enfermeras y doctores corrían de un lado a otro, el llanto se ahogaba desconsoladamente lleno de dolor. Se rumoreaba que a sus 27 semanas el corazón de aquella vida había dejado de latir. Yo en mi vientre seguía sintiendo uno con mucha fuerza.

No fue sino en aquella noche que dimensioné cómo mi corazón había llegado al límite de su capacidad. Abracé mi vientre con fuerza. Sabía que faltaba poco para que él estuviera entre nosotros y aun sentía miedo de decirte la verdad.
Miré el sobrio techo de la habitación, me puse los audífonos y subí el volumen de la radio. Ya no quería saber qué pasaba con la mujer del pasillo. Me asustaba pensar que podía ser yo viviendo aquella dolorosa situación. Me aferré nuevamente a mi vientre y traté de dormir.

Los sueños se tornaron en recuerdos. Recordé el día que nos conocimos en el paseo Las Palmas y cuando me dijiste, o advertiste, que solo seríamos amigos. Ha pasado el tiempo y aún ostento ese titulo de “amiga”. Conocí a tus chicas, conociste los míos y sin embargo cada vez que podíamos nos enredábamos entre las sabanas bajo algún manto oscuro de música pagana.

Recordé el día en que te dije que había dejado de fumar, pero también recordé que no preguntaste por qué. Ese día te encogiste de hombros e indiferente presionabas la tecla de play en el radio. Mientras yo guardaba silencio y no me avergonzaba de mi cobardía. Ese día me alejé de ti.

Sin embargo, hoy bajo este sombrío cielo, laten dos corazones en mi interior y no deseo volver a correr.
Hoy no quiero enfrentar esto sola, no en este silencioso y solitario hospital.

Si vinieras solo como un amigo a tomar de mi mano, tendría el valor suficiente para mirar a tus ojos y decirte que tú y yo tenemos algo más que una amistad de años. Entenderías porque estoy aquí, luchando para que ese segundo corazón se aferre a este mundo.

Si vinieras solo como un amigo, tendría el valor de decirte que tú y yo seremos padres y que no quiero volver a pasar una noche más con esta verdad.

Hoy debo reconocer que no fue sino en aquella noche que dimensioné cómo mi corazón había llegado al límite de su capacidad.

Te espero.

Desde algún Hospital, tú amiga