- ¡¡ Aumont !! hay una muchacha con vestimentas extrañas al costado del camino, esta inconsciente ¿Qué debemos hacer? – pregunta muy preocupado Palemon.
- No debemos detener la marcha, estamos contra el tiempo, en dos días el rey Felipe el Hermoso librara la orden de detención – responde en forma tajante
- Pero nuestra prioridad es ayudar a quienes nos necesiten –
- Obedeced mis ordenes Palemon –
Arael estaba sumida en un mundo donde las palabras de estos caballeros se mezclaban con las pesadillas que atormentaban su cabeza, siente un olor a podrido y la piel arde como si estuviera encendida en llamas, comienza a sudar, su corazón palpita fuerte, gime, llora.
- Parece que esta volviendo en si – afirma Palemon, mientras la caravana seguía su rumbo junto a la carreta de heno, tirada por los bueyes.
- Espero estimado caballero que estéis tomando la decisión correcta, subidla a un caballo, pero preocupaos personalmente de ella y que ningún caballero sea distraído – dice Aumont.
Caminaron varias horas por el bosque y cercano a la noche Aumont imponente con el estandarte picazo en la mano, ordena parar la marcha. Él es un caballero templario, un senescal. Decidieron acampar en ese lugar, Palemon levanto una tienda especial para la extraña muchacha herida, fue en busca de comida, ropa y un poco de agua para ella. De pronto, se escucha un grito ensordecedor proveniente de la tienda de Arael, Palemon empuña su espada y junto a dos caballeros corren hacia el lugar.
Ella lloraba y gritaba preguntando donde estaba, desconsolada, confundida.
- ¿¿Estoy en el infierno?? ¿¿Dónde estoy?? – preguntaba llorando y rasgando sus vestiduras.
- Tranquilícese, acá te encontrareis a salvo, recuéstese y trate de dormir – le dijo Palemon con una voz muy cálida y tomándola por los hombros.
- ¿Donde mierda estoy, este es un mal sueño verdad? ¿Quién es usted, por qué esta vestido así? – seguía sollozando.
- Mi nombre es Palemon, soy el hermano caballero del senescal – Arael lo miraba perpleja y no entendía nada de lo que estaba pasando – Estamos en Francia y marchamos a otras tierras en forma urgente, ¿Cómo te llamas?
- Arael
- Bien Arael ¿De donde eres y porque viste de esa forma?
- ¿Seguro que esto no es un sueño?
- Claro que no lo es, creo que estáis demasiado cansada y en estos momentos no podéis pensar bien, insisto que debéis descansar – En ese momento Arael comprendió que estaba en otra época, en otro tiempo, en otra dimensión, quién sabe, lo único cierto es que la mejor decisión era callar.
- Tiene toda la razón, descansar me hará bien.
Cronicas de Erzsebet
4 comments:
Y aparecio Palemon..Caballero Templario ungido con la perseverancia y el valor... ten fe Arael .. confia en sus pasos...en sus palabras...
Esto cada vez se pone mejor , sabs manejar muy bien el suspenso , muy bueno realmente
felicidades herzsebet, no se si mientras pasa el tiempo mejora mas y mas tu forma de relatar, o soy yo a quien le gustan cada vez mas tus relatos, saludos.
Gracias a todos y espero que me sigan leyendo, la verdad es que siempre me ha gustado escribir... y me pone muy contenta que por lo menos un puñado de universo le entretenga lo que hago
N:N:D:E:A
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