Monday, October 27, 2008

Radio Circuito Literario

El Circulo Literario de Maipú, Santiago de Chile hace ya tres semana dio inicio a un bello proyecto de radio, han salido tres programas al aire, los cuales son transmitidos los días sábado a las 19 horas, en la Radio Santiago Bueras de Maipú (103.7, FM).
Los invito entonces a conocer este nuevo proyecto que enriquece sin duda a todos quienes quieran abrir el espacio en su alma a la literatura.
pueden visitar el blog http://radiocircuitoliterario.blogspot.com y descargar cada semana los programas que fueron transmitidos.

Wednesday, October 22, 2008

Premio al Esfuerzo Personal!!!!


Hoy he abierto mi correo y me he encontrado la sorpresa que mi Amigo Bobba habia premiado mi blog por el esfuerzo personal, se lo agradezco mucho, sobre todo porque mi blog re-vivio cuando el creo su blog: "Lo De Bobba". A pesar que mi blog fue creado en el 2004 para publicar mis poemas de "Agonia Profana" luego lo deje de lado, hasta que mi amigo bobba me entusiasmo a revivirlo, y bueno aqui estamos, tratando de aportar al ciber espacio.
Yo también debo premiar a los mejores blog:
Mis elegidos son (el orden no altera el factor de los productos jejejje):

1. Culto al Chivo
2. La conciencia no se vende
3. Liber
4. Violencia y Control
5. Primarre
6. Tanz Mein Leben Tanz
7. Poe Chilean Rockers

Normas A Seguir :

01- Al recibir el premio, se ha de escribir un post mostrando el premio y se ha de citar el nombre del blog a web que te lo regala y enlazarlo al post de ese blog o web que te nombra ganador.
02 - Elegir un minimo de 7 blogs que creas que brillan por sutematica y/0 su diseño. escribir sus nombres y los enlaces a ellos. avisarles de que han sido premiados con el "Premio al esfuezo personal". para que lo recojan.
03 - opcional. exhibir el premio con orgullo en tu blog haciendo enlace al post que tu escribes sobre el.

Monday, October 13, 2008

LETANIAS DE UN PESCADOR


Como desperdicio el mar devolvió el cuerpo del anciano, inconsciente en la orilla, su cuerpo se encontraba aún a merced de las olas, sus ropas rasgadas indicaban que debió estar varios días luchando mar adentro, aún conservaba en el pie derecho la bota negra y sus labios partidos por la deshidratación se confundían con la arena pegada en el rostro. A lo lejos, un grupo de jóvenes que acostumbra a jugar béisbol cada mañana, se percató del cuerpo que yacía moribundo, llamaron rápidamente a la ambulancia y lo trasladaron al hospital más cercano.

Al recuperar la consciencia, lo primero que ven sus ojos gastados es la ampolleta de la habitación parpadeando sobre la cama. Aguas por todos lados, la marejada frenéticamente agitada, intentó controlar el bote, el mar furioso azotaba las olas en su contra, como si quisiera de verdad que fuese parte de la inmensa masa de agua, la maldita lluvia llego de repente y dificulto aún más las maniobras que intentaba realizar. El viento sonaba como si vibrara a ratos la risa del demonio, una gigantesca montaña de agua voltio el pequeño bote, pasó varios segundo hundido, trato de nadar hacia la superficie, acción que le fue imposible de realizar, las corrientes marinas lo succionaron, lo sacudieron, inmovilizaron, atraparon, golpearon y arrastraron hasta la orilla, despertó cuando el sol posado sobre su cabeza atravesaba sus tenazas de fuego los poros de la piel, intento levantarse varias veces, pero las fuerzas se perdían junto a la consciencia, ya no recuerda cuando dejo de escuchar el silbido del mar, de las aves y el arrimo de las olas cercanas a los pies. La luz de la habitación incomodaba sus ojos, decidió cerrarlos para evitar la molestia, sin embargo el intento lo dejo profundamente dormido.

Al poco tiempo entraron varios médicos y ayudantes a la habitación, pasaron al pobre viejo a una nueva camilla que traían consigo, lo amarraron firme y le inyectaron una dosis de anestesia para prevenir que no volviera a despertar. “¿Alguien sabe de quién se trata?” pregunta una de las enfermeras que portaba una ficha y un lápiz.

Llevará por nombre Asael, dijo el padre del niño recién nacido. Quien a la edad de 60 años no recuerda el rostro de aquella persona que pronuncio esas palabras, pero si el tono de su voz, como si a esa edad hubiese tenido la conciencia o capacidad para inmortalizarlo en su mente. Por alguna extraña razón, cuando el sol comienza a declinar y se pierde en el inmenso mar color turquesa, aparece aquella frase y como siempre, intenta buscar la infancia en las imágenes almacenadas en su cabeza, al no encontrar nada, mira hacia el horizonte hasta que los rayos de luz desaparecen por completo y las estrellas una a una se posan en el cielo, en ese instante, cuando observa el astro más hermoso en el cielo, decide regresar.

Trata de tragar un poco de saliva, siente la boca seca, los labios partidos, siente que su cuerpo esta inmovilizado, escucha voces a su alrededor, intenta abrir los ojos pero no puede, lucha hasta que consigue abrirlos con dificultad, ve personas a su alrededor, no reconoce a nadie, sabe que se encuentra recostado, que la camilla esta en movimiento, deduce que lo llevan alguna parte, “nadie sabe su nombre, lo encontraron en la orilla del mar, pero han informado que se trata de él”.

Ya de anciano comenzó a recordar la voz que pronunciaba sin cesar su nombre, al pasar el tiempo, este recuerdo perturbaba día a día su razón, hasta ese entonces nunca había cuestionado nada, su vida rutinaria y solitaria siempre ha sido apacible, jamás necesito de nada, ni de nadie. Sin embargo, siendo ahora un anciano, se cuestionaba pequeños detalles sin respuesta.

Asael se ha dedicado toda su vida a la pesca, cada tarde entra al mar en su bote de madera y lanza las redes en su lugar favorito, una vez en la orilla de la playa observa la puesta del sol y vuelve a casa. A la madrugada siguiente, va en busca de los peces que han sido capturados en la red, en el muelle deposita lo obtenido de la pesca en un canasto y los deja ahí, sabe que alguien vendrá por ellos y a cambio le dejaran alimento o alguna otra cosa como paga por el trabajo, no le gusta relacionarse con las personas, por eso prefiere que el intercambio no sea directo.

De joven llego a esa caleta de pescadores, una caleta abandonada, donde solo su casa se levantaba imponente entre las ruinas y el abandono del lugar. Decidió vivir en soledad, jamás busco compañía, cuando tomo esta decisión tampoco le interesaba y pasaron tantos años, que no volvió a recordar un rostro parecido al suyo. Los recuerdos de Asael, pasaron a ser solo la vida en ese lugar, junto al mar, a lo peces de cada día.

Sin embargo, esos pequeños detalles que revoloteaban en su mente no lo dejaron dormir tranquilo nunca más, se sentía viejo y solo, creía fuertemente dentro de él que llegaba la hora del final y esta vez, no quiera estar en soledad. Un día tomo la decisión de esperar a las personas que iban a diario a buscar el canasto de pescados que él dejaba en el muelle y construyo un banco de madera especial para la ocasión, se sentó junto al canasto ansioso e intranquilo, pasaron las horas, cayó la noche y nadie fue en busca del canasto. Frustrado por la situación, regreso a casa muy apenado.

Al día siguiente, encontró en el muelle un perro recostado en el mismo sitio donde había olvidado el canasto y este, ya no estaba. El animal advirtiendo su llegada, se levanto ladrando, moviendo la cola, corriendo de un lado a otro, como si sintiera felicidad por la llegada de Asael. Este pequeño visitante salto sobre él, lamió su rostro y una sonrisa se erigió en sus labios, a pesar de lo ocurrido el día antes él agradeció la nueva amistad que le daba el destino, ya no estaría tan solo y siguió con sus labores rutinarias, pero esta vez con un nuevo amigo.

Pasaron algunos días y nuevamente una noche no podía conciliar el sueño. Sintió ruido en el exterior de su casa de madera, como si fuertes piedras cayeran sobre el tejado, se levanto semidormido y fue a ver lo que ocurría. Una lluvia sobrenatural se había apoderado del lugar, el fenómeno climático para Asael era sorprendente, puesto que jamás vio caer agua del cielo, de los años que habitaba en la caleta solo recordaba días primaverales, con un cielo sin nubes, clima calido y perfecto. Esto era del todo un suceso incomprensible, sorprendido y boquiabierto observo por horas las gotas que caían del cielo y como ellas rebotaban sobre las pozas de aguas formadas en el suelo.

Empapado de pies a cabezas por el tiempo que paso bajo la lluvia, llego el minuto que debía ir en busca de las redes que había dejado el día anterior en el mar. Como lo hacia siempre cada mañana, siguió con su rutina sin importar el mal tiempo que acechaba y se incorporo mar adentro en su pequeño bote de madera y sus dos remos que usaba para impulsarse.

Una vez en el lugar, saco con dificultad las redes, el bote se tambaleaba de un lado a otro, las olas eran imponentes y cada vez más grande, el mar estaba furioso y del cielo no paraba de caer agua, la cual ya no caía como gotas, si no más bien como baldes gigantescos que dificultaban el trabajo del pescador. Esta vez Asael se encontraba aterrado, pensaba que en cualquier momento el vaivén de las olas lo sacarían del bote y el mar enfurecido se lo tragaría sin remordimiento. Al completar su labor, remó con todas sus fuerzas, enfrentando las inclemencias del tiempo.

- Creo que debemos probar con alguna reacción eléctrica –
- Eso intento, eso intento –

De pronto, truenos y relámpagos se apoderaron del lugar, Asael trataba de remar con fuerza hacia la orilla, pero las olas lo tiraban de un lado para otro y no lograba controlar la dirección del bote. Las luces en el cielo gris aparecían como parpadeos fugaces y el tronar de las nubes apretaban el corazón del pescador, quien intentaba luchar para llegar a tierra. Asael exhausto de remar, miraba al cielo perplejo aquellos rayos luminosos que cruzaban el cielo, ni siquiera el sonido de la madera vieja que rechinaba por el movimiento hostil de las aguas, perturbaban su vista que se perdía hacia el cielo tratando de divisar un rayo, cuando lograba ver uno de ellos, su visión se nublaba y perturbaba, pero no dejo de hacerlo, siguió mirando atónito el espectáculo, cuando de pronto, muy lejos en la inmensidad del cielo, atravesando la oscuridad, vio dos rostro humanos observándolo con complejos aparatos hacia el interior.
Erzsebet

Monday, October 06, 2008

CARTA A UN POBRE INFELIZ

Estimado Señor:

Le escribo la presente carta porque mi mujer ha confesado que usted es su amante. A lo mejor no me recuerda, pero yo puedo ayudarlo, hace un par de semanas me he acercado a usted para encararlo y la respuesta que recibí fue la siguiente: “no se de quien me habla”. Lamento desenterrar este lúgubre drama que yace como antigüedad difunta en su corazón, sin embargo en pos del destino familiar, necesito cerrar este capitulo y aunque se muy bien que no obtendré respuesta alguna, yo quiero plantearle mis propias conclusiones.

Para refrescar un poco sus memorias, comenzare hablando de mi querida Nicol, ella es de mirada tierna, de brillo deslumbrante, a través de sus ojos se reflejan los sentimientos en cada movimiento pausado de sus largas pestañas. Ella tiene una fortaleza envidiable, es honesta, inteligente, bella, idílicamente deliciosa. Un día, esa luz que bordea su ser, desapareció.

Señor, no diga nada, yo se bien que mi acto egoísta ocasiono el quiebre y por eso ella terminó sumida en periodos de orgías sangrientas, besando, tocando, acariciando cuerpos desnudos, ajenos, añejos, sepultados, polvorientos.

Asqueada por la corrupción, confeso que paso mil veces su lengua sobre su piel y que esa imagen la perseguía como una cabalgata fantasmal a través de los sueños nocturnos. Ella asegura que no lo ama y que usted tampoco la ama, que no ama a nadie, ni siquiera a si mismo. Quise preguntarle, el día que me acerque, porque eligió a Nicol como parte del tropel de sombras que se posan en su cama, pero usted respondió: “no se de quien me habla”. Claro, es obvio, ella también fue solo una más y como no quiso enfrentarme yo solo puedo teorizar con respecto a su comportamiento, porque no quiero creer que mi Nicol haya estado con un gusano como usted, eso la denigra y desacredita, solo queda ilusionarme sobre la pobreza efímera de sus sentimientos.

Como no conozco su historia, relatare una por usted:

Un día de verano nace usted en el núcleo de una familia de escasos recursos, su madre trabaja duro, de sol a sol, así como también lo hace su padre. Es el primer hijo y además es varón, donde se cree que será bienvenido, celebrado y querido por toda la familia, pero su padre abandona a su madre y usted jamás lo ha vuelto a ver, en ese instante ella decide dejarlo al cuidado de sus abuelos, donde creció y educo. Su madre en poco tiempo se recupera y rehace su vida al lado de otro hombre, de esa relación nace una niña, que creció junto a sus padres, se cuestiona, se perturba del porque ella si ha podido estar con ellos y usted no. Sin dar más detalles, sufrió profundamente por este hecho, al fin y al cabo no pudo entender el amor de familia, ni de nada, ni de nadie.

Siendo un hombre maduro, jamás ha sido feliz y la soledad lo bordea hasta los poros, lo que provoca meter entre sus sabanas todo tipo de mujeres: casadas, solteras, viudas, separadas, vírgenes, gordas, flacas, rubias, morenas o teñidas, da igual, el fin es llenar ese espacio vacío que come su alma a pedazos. Usted nunca amo a ninguna de ellas, la felicidad se convirtió en placer, aunque el gozo no es la felicidad, pero eso no lo sabe o no lo entiende.

Algunas mujeres han deseado darle más que un orgasmo momentáneo, pero ellas no entendieron la profundidad de su ser, pensaron que caería entre las redes usando las típicas herramientas mundanas de seducción, sin embargo nunca lo entendieron realmente. Siendo así, todas ellas fracasaron en su campaña de conquista.

Su vida se torno fría, sin sentimientos y aunque insisto, no se su historia, prefiero inventar una satisfactoria para humanizar su corazón y no creer que usted es un humano escaso de alma concebido por los ateos para renegar contra dios. Tampoco creo en él, pero si creo en los sentimientos, aunque estén muy guardados, es el motor que mueve el mundo. Resumiendo y terminando ya con su historia, su vida concluye en un departamento solitario que no se llenará aunque intente cambiar día a día el aroma de mujer.

Lamento que mi deliciosa Nicol haya tropezado con usted en el momento indicado en el lugar indicado, hoy me encuentro saturado de angustia, pero también saturado de amor y no me queda nada más que perdonarla.

Atte.

Un Hombre Enamorado.


Erzsebet