Hace tres años llegué a trabajar en el club, yo entrego
las toallas. Estoy adentro de un cuarto pequeño de color blanco, apenas les veo
sus caras y ellos no ven cuando me masturbo. La paga es buena, no me quejo. Me
queda tiempo para mirar videos porno. La gente adinerada concurre a este lugar.
Una de las mujeres poderosas es Doña Perpetua, quien es conocida por organizar
fiestas swingers y por tener el doble discurso sobre la
violencia intrafamiliar, todos sabemos que ella barre el suelo con su marido,
lo desprecia y cuenta anécdotas sucias para dejarlo en ridículo. Pero ellos aceptan
el doble estándar, la verdad, a nadie le importa mientras se puedan tirar a la
pareja del otro.
Doña Perpetua varias veces me ha
contratado para trabajar en sus eventos, ahí también trabajo en un cuarto
pequeño, con poca luz, pero aquí no tengo tiempo para tocarme ni mirar
obscenidades. Preparar cadáveres para los clientes no es una tarea fácil.
Connie
Tapia Monroy.
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