El martes 20 de noviembre de 2018 se presentó mi libro titulado Osario, de la editorial cartonera Electrodependiente (Bolivia). El evento se realizó en Biblioteca Municipal Alfredo Wormald Cruz, junto al libro de la Editorial Cathartes "La ópera de la carne" de Jonathan A. Hernández.
El escritor Camilo Montecinos Guerra presentó el libro, a continuación dejo el texto que leyó ese día martes.
OSARIO:
UNA ESCRITURA DESDE MÁS ALLÁ DE LOS MÁRGENES
La microficción cada vez gana más terreno. La
inmediatez de los nuevos tiempos y las
plataformas digitales exigen relatos breves, precisos, que generen impacto en
el lector. A tal punto ha llegado su masificación que actualmente se ha
constituido ya como un género propio, con reglas, principios y características
definidas y distintivas del cuento tradicional, a pesar de que aún no existe
consenso absoluto de cómo denominarlo: se le conoce como microcuento,
microrrelato, minicuento, entre otros.
Esta nueva propuesta de la escritora Connie
Tapia Monroy, el libro Osario, se enmarca dentro de este género. Presenta 29
microcuentos certeros, directos, agudos, en los que realiza un retrato de lo
más oscuro y perverso de nuestra sociedad, revelándonos también las emociones y
comportamientos más sucios que habitan en la conciencia humana.
La autora realiza un desglose de aquello que
permanece oculto, escondido tras las líneas de una aparente normalidad. Aquello
que nadie quiere decir, contar y denunciar, pero que a todas luces sucede,
trasciende el ámbito de lo privado y se instala en el conocimiento común.
Destacan en cada historia, la naturalidad con
la que se proyectan los hechos horrorosos, dotados muchas veces de una
violencia bestial o guiados por una conducta irracional, alejada de toda
lógica. Esto se logra dibujando personajes cotidianos, comunes y corrientes,
con los que uno se podría encontrar a la vuelta de la esquina, personajes
visibles pero que esconden los más aberrantes pensamientos. El escenario
narrativo también sigue esta línea, los hechos se sitúan en ambientes habituales,
familiares, urbanos, verosímiles en ese sentido, otorgando un mayor realismo a
lo narrado.
Destaco 3 relatos. En primer lugar, “Happy
Halloween”, que nos muestra cómo un sujeto aprovecha la festividad de Halloween
para dar rienda suelta a sus más oscuras e íntimas fantasías. La descripción
aberrante de la escena contrasta con lo infantil de la celebración que da
origen a las motivaciones del personaje, lo que vuelve más crudo el relato. Una
antítesis perfecta.
En segundo lugar, el microcuento “Las
ciudades también tienen ojos”. Llama la atención el título, de carácter
poético, un eufemismo para representar que ningún acto pasa inadvertido, que
todo se sabe al fin y al cabo. El contenido del texto sigue con la crudeza que
caracteriza el libro. Un hombre que agrede sexualmente a una niña, una niña con
síndrome de Down, lo que hace que la acción, desde un punto de vista social, sea
doblemente condenable.
Por último, el texto titulado “Olvidar”. Este
relato nos sitúa en el contexto social y cultural que rodea las adicciones,
abordando también la psicología de los personajes, su ser y estar en un mundo
que no los comprende. La crudeza del acto, el asesinato de un menor, pareciera
justificarse ante las condiciones que influyeron en tal desenlace: es el costo
que debe asumir la sociedad.
Concluyendo, invito y apelo al lector a que
tenga la suficiente altura de miras para aventurarse en este libro. Las
imágenes directas nos conducen a la periferia de lo ético y moral, de lo
aceptable, de lo humanamente posible. Lo oscuro de la sociedad y lo oscuro de
nosotros mismos pondrán a prueba toda nuestra capacidad de asombro.
Camilo Montecinos G.
Escritor
20 de Noviembre de 2018, Arica.
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