Siempre
tengo la misma pesadilla. Estoy de espaldas flotando en el mar. De pronto las
olas se alzan bravas y de ellas emergen unos tentáculos que entran por mi
tráquea y quedo sin respiración. Despierto con la sensación de que me estoy
ahogando.
Hoy,
luego de ese mal sueño me senté en el borde de la cama y recordé situaciones
parceladas de mi niñez, adolescencia y uno que otro cuadro de mi vida actual.
Ahí estaba mi exnovia gritándome a la cara el fracaso de hombre que soy, del
poco tiempo que le dedicaba, que estaba aburrida de mí... aún la veo marcharse.
Hoy,
luego de ese mal sueño percibí un aroma diferente en el aire, tenía otra
textura, como si mi vida se fragmentara, como si el universo se hubiese
desplegado en otro plano.
Cuando
me di cuenta, mi cuerpo estaba tendido en una camilla mortuoria y el medico de
la morgue inspeccionaba mis brazos mutilados.
Connie Tapia Monroy
No comments:
Post a Comment